martes, 3 de enero de 2012

Curiosidades curiosas.




Llevo unos pocos días sin escribir, ya sabéis, la vorágine del día a día y ese habitual correr para todas partes. Pero no por ello me faltan las ganas. Y como faltan horas, pero no las ya mencionadas ganas, hoy voy a dejaros aquí algunas curiosidades que he ido recopilando con el tiempo de algún que otro sitio virtual, libros, revistas. Cosas que, por curiosas, he ido guardando apuntadas, puede que alguna os resulte como mínimo simpática.

Empezaremos con un par de la más remota antigüedad, que no se diga que sólo de barbaros se ha hecho historia:

·    Testificar proviene de la palabra testículos. Los antiguos romanos, en lugar de jurar como hacemos hoy en día, con la mano sobre la biblia, lo hacían con su mano derecha sujetando sus testículos, como muestra de que ponían en riesgo su propia virilidad para certificar lo que argumentaban. Vamos, lo que se dice afirmar algo  por cojones”.

·  Cementerio proviene del griego “koimmetirion”…  que significa “dormitorio”. Aquí sí que no hay quejas vecinales.



Algunas más religiosas:


·    Cuando en el evangelio de San Mateo leemos  aquello de que “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico alcance el reino de los cielos”, el autor no se refería la camello que conocemos, sino a una gruesa soga que se utilizaba para amarrar los barcos en el puerto. Lo que hoy conocemos como “maroma”, en griego se llama “Kamelos”. A ver quién es el guapo o guapa capaz de enhebrarla.

·    La única referencia a los Tres Reyes Magos aparece en el evangelio del mismo Mateo anterior, en la que habla de unos magos que llegaron de Oriente para adorar al niño. No dice que fueran tres, ni que fueran reyes. Tradicionalmente se ha dado por hecho que fueron tres porque tres fueron los regalos que le trajeron (oro, incienso y mirra). Puede que fueran muchos más de gorra, como en las fiestas actuales.

·    Una antigua tradición religiosa hacía creer que las personas con la “anomalía” de tener seis dedos en alguna mano o pie poseían una especie de poderes adivinatorios, o una sabiduría excepcional. Por ello, el genial pintor Rafael pinto con seis dedos en el pie izquierdo a San José en “los desposorios de la Virgen” (1504), y con los mismos en la mano al Papa Sixto en “la Madonna de San Sixto” (1516).

·     Antes del siglo IX ya había veletas en los campanarios. Al Papa de turno se le ocurrió ordenar que se colocase en ellas un gallo, para simbolizar el hecho de la negación de San Pedro hacia Jesús tres veces antes de que el gallo cantase. Desde entonces las veletas tienen forma de ese animal.

              
Alguna curiosa por lo cercana y poco observada:


·    ¿Tenéis alguno un reloj con las horas marcadas en números romanos? ¿Os habéis parado a apreciar alguna vez que el 4 no está escrito “IV”, sino “IIII”?. Según cuenta la leyenda, Luis XIV tenía un especial odio a esa forma de  expresar el número cuarto (IV), y prefería siempre los cuatro palitos. Cierto relojero francés se confundió al hacerle uno, puso “IV” y el malhumorado Luís mando ejecutarle. Se tardo muchísimo tiempo, claro, en volver a fabricar un reloj con un IV romano…


Alguna otra por lo estrambótico de la historia:



·     El rey Gustavo de Suecia estaba convencido de que el café era venenoso. Para demostrarlo, mando a un criado tomar café a diario, y a otro tomar té. El resultado, después de varios años, fue que los primeros en morir fueron los médicos, luego el rey, al cabo de muchos años el que tomo té, y, poco más tarde, el del café.



Otras que hacen pensar…


·    En 1898 Morgan Robertson, un marino de los EEUU, escribió una novela basada en un sueño, que, según dijo, había tenido. En ella hablaba de un barco, llamado Titán, que en su viaje inaugural chocaba contra un iceberg con el resultado de un naufragio sin supervivientes. Eso fue 14 años antes del Titanic. 
     Por cierto: “Las mujeres y los niños primero”, parece que era algo que se llevaba a cabo realmente. De las entre 1500 y 1640 personas que murieron en el hundimiento del Titanic, parece ser que sólo alrededor de 100 eran mujeres.

·      El escritor Jonathan Swift (1667-1745) mencionaba, en Los viajes de Gulliver, “dos estrellas menores o satélites que giraban alrededor de Marte”. Describió, con gran precisión, sus órbitas y proporciones. Más de medio siglo después, en 1877, las dos lunas de Marte, bautizadas como Fobos y Deimos, fueron descubiertas oficialmente por el astrónomo Asaph Hall.


Otras de las más curiosas:


·     La longitud, de punta a punta, de las alas de un Boeing 747 es bastante más larga que la distancia del primer vuelo de los hermanos Wright.

·    Sabías porqué el día 23 de Abril se celebra el día del libro? Porque ese mismo día morían, en el mismo año de 1616, Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare.

·    Matt Groeing era un tipo de unos 40 años el día  en que, esperando en un recibidor de un oficina y aburrido, empezó a pensar en su familia mientras fantaseaba, creando en 15 minutos una especie de “historieta”. Los nombres reales de sus familiares son: Homer y Margharet ( sus padres), Homer y Abe (sus hijos), y Mark, Patty, Lisa y Maggie (sus hermanos). Acababan de nacer los Simpson.


Esta me gusta especialmente...

Me gusta porque tengo por ahí guardado (prometo algún día colgarlo), un extenso escrito de referencias a palabras actuales y en uso que provienen del árabe, esa maravillosa cultura de la que, por más que muchos ni siquiera se paren a pensarlo por ese irracional reparo, tanto hemos recibido.

·      La palabra árabe que se usaba para representar una cantidad desconocida era “shei”. Se transcribió al griego como “xei”. Se fue acortando y quedó como “x”. 
     Por eso representamos con X un número cualquiera.




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